Sin lugar a dudas hablar de Los Gigantes, es hablar de uno de los paisajes más espectaculares de Tenerife. Sus impresionantes paredes verticales caen sobre el océano desde alturas que en algunos puntos llegan a alcanzar los 600 metros, lo que hacen que estos acantilados estén considerados unos de los más altos de todo Europa.
Si atractivo es conocer Los Gigantes desde tierra y pasear por las callejuelas de este típico pueblo marinero, más aún lo es conocerlo desde el mar, desde donde se puede apreciar toda la grandiosidad de estas paredes rocosas y entender el porque del nombre que reciben.
Debido a la gran riqueza marina que albergan las profundidades de esta costa de la isla, hacen que Los Gigantes sea un lugar idóneo para los amantes de la pesca de altura y el submarinismo
En los Gigantes se puede observar la puesta de sol entre imponentes acantilados, resultado de un accidente geológico volcánico de tipo basáltico, caracterizado por paredes verticales que caen sobre el océano desde alturas que oscilan entre los 300 y los 600 metros de altura.
En tiempos de los guanches eran conocidos como "muralla del infierno" ya que su geografía de lavas oscuras resulta infranqueable hacia el interior isleño.
Por debajo del nivel del mar estos acantilados no continuan hacia la profundidad. Los fondos marinos de esta zona tiene apenas unos 30 metros de profundidad y debido a su dificil acceso albergan una riqueza natural que atrae a numerosos submarinistas y pescadores.
Para ver los acantilados y apreciar su altura lo mejor es ir en barco, los viajes suelen combinarse con avistamientos de ballenas y delfines, que se alimentan en estas ricas aguas. Numerosos barcos realizan esta excursión que parte del puerto de Los Gigantes.
Para culminar la excursión por Los Gigantes podemos degustar un exquisito menú de cena en el Restaurante El Rincón de Juan Carlos.